miércoles, 28 de junio de 2006

Hockley Heath, Solihull

La primera parada tras aterrizar en Stansted es la recoleta localidad de Hockley Heath. Perteneciente a Solihull, un municipio en la influencia del área metropolitana de Brimingham, se haya más allá de las autopistas periféricas que rodean la gran urbe.

Sin tener nada de especial, tiene ese encanto particular de las pequeñas poblaciones británicas que mezclan lo tradicional con lo moderno, con un paisaje urbano relajado, que invita a pasear... cuando el tiempo lo permite.



Nos llaman la atención los alrededores de una de las iglesias de lugar, en los que, además de los típicos bancos dedicados a los que tan aficionados son los británicos, descubrimos una original forma de financiar la rectoría a costa de los adinerados con coches de marca.



Pero lo que más nos gusta es el paseo por el canal que atraviesa por el sur de la localidad. Canal navegable, donde encontramos los tradicionales barcos fluviales siempre coloridos en un país con tantos días grises, y en cuyas orillas, donde la humedad reina, crecen abundantes flores.



El paseo ha sido agradable. Relajante, tras el vuelo y las horas en coche, adaptándonos a la conducción por la izquierda y siempre atentos a los mapas de carretera. Un buen prólogo a un viaje que promete,... como todos los viajes.