El servicio lo realizan locomotoras de vapor y locomotoras diésel que empujan a la subida y arrastran a la bajada un único coche de pasajeros con capacidad para unas 64 personas y algún operario de la línea.

Durante el trayecto, los trenes se cruzan en tres apartaderos, así como en la estación del final de la línea en la cima del Snowdon.
Durante el trayecto, el tren circula en ocasiones paralelo a la senda por la que numerosos excursionistas realizan la ascensión caminando. El despierta la atención y la curiosidad de los mismos, permitiéndoles descansar del esfuerzo de la ascensión. Ascensión, cómoda ya que el relieve es suave, aunque el desnivel global tiene su miga.
En Llanberis encontramos los talleres en los que veremos a las locomotoras y a los tractores de trabajo maniobrar, haciendo más entretenida la espera hasta que llega el momento de montar en el tren.
Mañana, hablaré de los últimos ferrocarriles con los que nos encontramos. Han sido tres días muy ferroviarios estos del norte de Gales.